Aunque parezca mentira, la nieve puede convertirse en un recurso educativo más y ofrece a los niños, niñas y adolescentes un montón de posibilidades para adquirir diferentes aprendizajes.
Algunos de estos beneficios son los siguientes:
- Se descubren nuevas pasiones y la oportunidad de aprender un nuevo deporte.
- Se fomenta la autonomía del niño al inculcarle la importancia de su autocuidado, mediante un vestuario y alimentación adecuada, entre otros.
- Refuerza su adaptabilidad al entorno.
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Despierta su creatividad con actividades como armar un muñeco de nieve, deslizarse en un trineo o neumático, etc.
- Se aumenta su capacidad de observación a los cambios de climas, de estaciones del año.