Durante las vacaciones los niños están todo el día en movimiento: van a la plaza, a la piscina, realizan deportes, juegan en el jardín… ¡Pero hay que tener cuidado! Ya que están más expuestos a sufrir accidentes, por eso es necesario prevenir.
Salir con ellos al campo, a la playa, a hacer deporte o ir de viaje a otros lugares es una experiencia muy agradable para toda la familia, requiriendo por parte de los padres tomar una serie de cuidados y medidas de precaución para que las circunstancias y condiciones del verano no repercutan negativamente sobre la salud de los niños.
Es importante preocuparse de que su alimentación sea rica en frutas y verduras y que estén muy bien hidratados, tomando no sólo agua, sino también zumos y bebidas ricas en sales minerales.
Los niños no deben exponerse al sol de forma innecesaria en los momentos en que la radiación solar es más intensa (las horas centrales del día) debido al riesgo de deshidratación o de padecer un golpe de calor o sufrir quemaduras en la piel.
Es conveniente que los niños descansen en este periodo, tanto en el plano físico, como en el plano psicológico, durmiendo un número adecuado de horas, comiendo de forma sana y pudiendo disfrutar de la compañía de familiares y amistades que les proporcionen expansión, estimulación y desarrollo psicológico.
También es conveniente su participación en actividades socioculturales y deportivas adecuadas a su edad y a sus circunstancias personales, lo cual les irá permitiendo socializarse de un modo sano y adaptativo y a la vez obtener de la vida algo adicional a las obligaciones y responsabilidades propias del resto del año, lo cual es muy importante para su salud y bienestar psicológicos.
Fundación Mi Casa te da unos consejos para prevenir cualquier tipo de accidentes en estas vacaciones para que pases un verano tranquilo junto a tu familia
• A la hora de hacer deporte
– Hay que tener cuidado con las lesiones por sobrecarga o sobre exigencia de peso ya que el sistema óseoarticular de los chicos no está preparado para hacer mucha fuerza. Si lo vemos realizando un esfuerzo muy grande mientras que juega es mejor que descanse durante un rato o ayudarlo.
– Muchos de los golpes, moretones, cortes, y todo tipo de lesiones son consecuencia de un calzado o indumentaria poco adecuada, por falta de supervisión de un adulto o también pueden ser por un superficie defectuosa. ¡Prestarle atención a estas cosas antes que nuestro hijo salga a hacer deporte!
– Durante los primeros 10 a 12 años de edad los deportes deben ser vistos solamente como un juego. A partir de esta edad, luego de un control físico médico, pueden comenzar a realizar actividades competitivas.
• En la plaza y el jardín
– Para que nuestros hijos estén seguros, lo mejor es tratar de buscar una plaza que este lejos de autos, de fuentes de agua y de mascotas potencialmente agresivas para evitar cualquier tipo de accidente.
– Debemos revisar todos los juegos que usen nuestros hijos, enseñarles cómo se usan y controlarlos mientras juegan. Especialmente si son juegos de agua, ¡se pueden resbalar muy fácilmente y golpearse!
– En los areneros tenemos que tener cuidado con los vidrios, piedras o cualquier objeto que los pueda llegar a lastimar.
– El calzado ideal para las plazas son zapatillas deportivas, nunca ojotas. Pero si juegan en el jardín de la casa, que lo conocemos y sabemos que no hay objetos tirados, las ojotas son más cómodas y frescas.
• Contra los insectos
– Lo principal contra los insectos, principalmente los mosquitos, es colocar algún repelente en la piel del niño. Al igual que con el protector solar, si el pequeño se mete mucho al agua, debemos aplicarlo nuevamente.
– Los mosquitos se encuentran en las plantas y en los arbustos, donde hay humedad y sombra. Debemos tratar que nuestros chicos no estén jugando en las plantas. También hay que mantener cortado el pasto del jardín.
