Comienza el verano y con éste la época preferida de los niños, ya que pueden tener más panoramas de entretención al aire libre, como por ejemplo, salir a jugar a la plaza, ir a la piscina, pasear por las calles e ir a la playa.
A medida que pasa el tiempo el sol se vuelve mucho más dañino, ya que la capa de ozono, especialmente en nuestro país, se está debilitando cada vez más. Por lo mismo expertos aseguran que es necesario cuidar doblemente a los más pequeños, ya que su piel presenta características diferentes a la de la piel de un adulto.
“Los adultos poseen una mayor cantidad de sebo cutáneo y anticuerpos específicos en la piel que les protegen frente a cualquier agresión externa, mientras que la piel del niño se encuentra mucho más expuesta debido a estas carencias”, aseguran expertos.
Pero no todo es malo, ya que el sol también puede ser beneficioso, pero a su justa medida. Este influye en el estado de ánimo de los niños, dándole mayor alegría y entusiasmo, sintetiza las vitaminas D e incluso puede ayudar a curar ciertas enfermedades de la piel como la psoriasis. Pero ¡Cuidado! Si hay mucha exposición al sol puede causar daños irreparables para nuestra piel.
Los niños deben mantenerse alejados del sol durante las horas de máxima luz solar, que es entre las 10:00 y 16:00 horas. Además los bloqueadores solares son seguros para la mayoría de los niños, sin embargo, deben utilizarse productos que contengan zinc y titanio, ya que tienen menos químicos que pueden irritar la piel de los pequeños y no utilizar bloqueadores en bebés menos de seis meses sin consultar primero con el médico o pediatra.