Las vacaciones de verano son la época del año más esperadas por todos los niños, ya que son más de dos meses de ocio, juegos y salidas, algo sumamente tentador y gratificante para ellos.
En verano, los horarios de alimentación se alteran, ya que se levantan más tarde, salen a jugar o van a la piscina y están más tentados a comer golosinas, como helados, bebidas y alimentos altos en grasas y azúcares.
Por esto, es importante, dentro de lo posible, cuidar su alimentación en todo momento, incluso cuando se está de vacaciones. No se debe olvidar que las vacaciones de nuestros niños duran aproximadamente dos a tres meses, por lo tanto, es un largo tiempo donde se puede ver afectado su patrón de hábitos alimentarios, lo que puede llegar a producir desequilibrios en la salud, como por ejemplo, aumentos bruscos de peso.
Para evitar estos aumentos bruscos de peso y seguir cuidando la alimentación sana de los niños en verano es necesario seguir estos consejos
1. Aprovecha las frutas y verduras de la estación. Las frutas y las verduras son una fuente importante de vitaminas y minerales para todos, pero tienen una especial importancia para el crecimiento de los niños. Son ricas en fibra y bajas en calorías, por lo que evitan el estreñimiento y la obesidad.
2. Respeta los horarios también en verano. Aunque es normal relajarse un poco en vacaciones, conviene respetar el horario de alimentación porque esta rutina es muy importante para regular el apetito de los niños. Evita que realicen las comidas con prisas y a distintas horas cada día. Una buena masticación favorece la digestión, evita los gases y otros problemas intestinales.
3. Empieza el día con un buen desayuno. Incluye en el desayuno de tus hijos leche, cereales, zumos o piezas de frutas.
4. Evita las frituras. Sustituye los fritos por los alimentos a la plancha. Recuerda que es mejor consumir alimentos guisados, cocidos o asados.
5. Respeta las digestiones. Dependiendo del tipo de comida, se debe respetar el periodo de digestión antes de bañarse o meterse en el agua. Se debe esperar al menos una hora y media o dos después de comer para bañarse en la playa o en la piscina. Un corte de digestión puede ocasionar dolor abdominal, náuseas, vómitos y pérdida de conocimiento.
6. Mantén la merienda. Un tentempié a media tarde es fundamental para no llegar con tanta hambre a la hora de la cena y evita bajadas de glucosa, sobre todo, en verano cuando los niños desarrollan más actividad física. Bocadillos y sándwiches, acompañados de leche, yogures y zumos de fruta son buenas alternativas para completar la alimentación de verano de los niños.