Estudios demuestran que los niños que tienen mascotas en el hogar son mucho más felices, sociables y además sufren menos estrés. Esto se debe a que a través del animal doméstico el niño tiene la oportunidad de expresas cariño y afecto al momento de cuidarlo y atenderlo.
También los animales ayudan en la madurez del niño, ya que le enseñan el valor de adquirir un compromiso. Por otro lado aumenta su confianza porque se da cuenta que sus padres le han confiado el cuidado de la mascota y se siente capaz de hacerlo muy bien.
Es más sensible y tolerante, porque llega a comprender las necesidades de los demás, así como también sus diferentes formas de expresarlas.
A través de su mascota el niño comprende que además de las palabras existen otras formas de transmitir cariño.
El cuidar a su mascota lo obliga a organizarse y a disciplinarse de tal manera que pueda cumplir con sus deberes, cuidar del animal y tener su tiempo de descanso.
También es beneficios para la familia porque con la presencia de una mascota en casa ayuda a que exista mayor comunicación y convivencia. Por lo mismo hay algunos animales que pueden sacarse de su medio ambiente y participar en las actividades familiares, por lo que propicia planear y desarrollar en familia más pasatiempos divertidos. Con esto a los padres les ayuda a que se sientan más relajados y en casa alivia las presiones de los miembros de la familia.
Por ello, convivir con una mascota desde una edad temprana puede ser una buena escuela para tu hijo. Además, el contacto físico le permitirá abrirse a las experiencias táctiles, aportándole seguridad en sí mismo y en las relaciones con su entorno.