Los bebés en residencias de menores en Chile aumentan un 72% en cuatro años: “Cada uno representa una historia, una urgencia, un dolor”
Claudio Castillo, Director del Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, dice que el alza nunca estuvo contemplada: “Nuestra capacidad estructural está al límite”
Mientras la tasa de natalidad en Chile se desploma al nivel más bajo del que se tiene registro, ocurre un inédito aumento de derivaciones por órdenes de los tribunales de bebés, víctimas de alguna vulneración de sus derechos, a residencias de protección especial. Los menores de 24 meses de edad en estos hogares aumentaron en un 72 % desde el 31 de octubre de 2021, cuando había 233, al 31 de marzo de 2025, con 401, según datos del Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, una institución denominada comúnmente como Mejor Niñez que depende del Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
Claudio Castillo, Director del Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, asegura que la situación está muy asociada con la violencia intrafamiliar en el caso de los bebés y niños, mientras que los motivos que llevan a adolescentes a estos centros son más diversos.
Hay alrededor de 250 residencias a lo largo del país, que en promedio albergan a unos 20 menores. Para Castillo, que trabaja en un nuevo modelo de residencias familiares, “no se trata de cuánto más aguanta el sistema”, sino de cuántos menores se quedan esperando mientras se realizan mejoras, porque una saturación podría generar una tensión en todo el ecosistema de protección. “Hay una realidad que es urgente. La situación de estos miles de niños, niñas y adolescentes que requieren protección especializada nos llama a actuar con mucha urgencia, decisión y humanidad”.
Con el énfasis en las familias de acogidas
Castillo destaca una subida de las familias que acogen a niños vulnerables en casi dos décadas, aunque reconoce que las revinculaciones en el caso de los bebés suelen ser menos exitosas que en otras etapas como la niñez y la adolescencia. En 2007, más de un 90 % del total de quienes estaban en los programas de cuidados alternativos se encontraban en una residencia, mientras que en 2024 fue del 33 %.
Esto se debió a que la mayoría fue designado al de Familias de Acogida, otro de los programas del Estado que tiene como finalidad que estos menores sean recibidos transitoriamente en el hogar de personas que están en un proceso de postulación y capacitación para darles abrigo.
Según Castillo, el objetivo es lograr transiciones más rápidas y amistosas entre los menores y las familias que les reciben de forma temporal. Por eso, el fortalecimiento de las familias de acogida es uno de los desafíos para las autoridades, sobre todo en el caso de los bebés debido a que la evidencia científica apunta a que desde la concepción hasta los dos años es una etapa crucial para alcanzar un mejor desarrollo cognitivo y el bienestar a largo plazo, tanto que los pediatras lo denominan “los mil días de oro”.
(entrevista extraída de diario digital El País, del 14 de abril del 2025)