Es común que cuando los niños enfermen, los padres les den una dosis de paracetamol e ibuprofeno, pensando que de esta manera les bajarán la fiebre. Sin embargo, los estudios médicos realizados en el último tiempo no han encontrado una razón científica para avalar el tratamiento.
Una investigación realizada por los departamentos de farmacología de las universidades de Arkansas y Kentucky han arrojado que esta teoría no son eficaces, y que por el contrario, “agravan la fiebre y empeoran la gripe”. El estudio, publicado por la revista American Academy of Pediatrics, también publicó una encuesta con resultados poco esperanzadores: la mitad de los padres encuestados suministraban dosis demasiado elevadas aunque el niño sólo tenga pocos grados de fiebre. En estos casos se está aumentando el riesgo de sufrir patologías cardiacas o asma, además de provocar daños al hígado y riñones.
Otro estudio, publicado por The Lancet y financiado por el Consejo de Investigación Médica del Reino Unido, concluyó que a medicación excesiva de ibuprofeno eleva el riego de sufrir un infarto. Tratar de eliminar la fiebre con remedios podría empeorar la enfermedad del niño, ya que la fiebre juega un papel de anticuerpo contra las infecciones. Los autores de la investigación concluyeron que sólo se debe administrar analgésico para evitar riesgos y mejorar la eficacia del tratamiento, en lugar de combinarlos como popularmente se hace.
Pese a que la industria farmacéutica aumenta día a día las posibles soluciones a las enfermedades, existe un par de remedios caseros que permiten bajar la fiebre a bebés y niños:
-Quitarle ropa para que el calor se pueda dispersar: cuando un niño tiene fiebre, lo ideal es que no tenga ropa para evitar que esta coja el calor corporal y lo mantenga en el cuerpo. Cuanto más fresco estén es mejor, ya que así el aire del exterior toque nuestra piel y los enfríe.
-Que no haya tanto calor donde estén los niños: si es invierno y están en casa con calefacción, lo mejor es bajar la temperatura. En verano, se recomienda que los niños estén en una habitación ventilada, pero sin exponerse a las corrientes de aire fría.
-Bañar al bebé o niño: otra solución para bajar la fiebre es poner al niños en contacto con agua a baja temperatura, lo que más soporte el niño. El cambio debe ser gradual, evitando baños muy fríos, porque puede ser peor. Lo ideal es bañarlos con agua a la temperatura de siempre (34 – 36ºC) y dejar que se enfríe mientras se juega con él.
-Utilizar paños o toalla fría: uno de los consejos más antiguos es poner un paño mojado con agua fría en la frente, nuca y muñecas del niño, cambiándolos a medida que se van enfriando.
-Hacer dieta líquida para rehidratar al niño: si su hijo está sudando debido a la fiebre, es aconsejable que lo vaya hidratando. Algunos niños no quieren comer mucho, por lo que darles zumos, agua o caldos les proporcionará nutrientes y evitará que les baje más las defensas. En el caso de los bebés, es bueno darles suero oral o leche, tanto materna o artificial.
